COLCHÓN ANTIESCARAS: ADIÓS LLAGAS
Un colchón antiescaras, como su propio nombre indica sirve para evitar la aparición de ESCARAS, también para tratarlas.
Las ESCARAS o LLAGAS on unas lesiones en la piel y tejidos que se producen por una presión constante en una zona determinada, comúnmente asociada al uso prolongado de camas o sillas de ruedas.
El estar tanto tiempo sin moverse empeora la circulación, limitando el flujo sanguíneo hacia zonas vulnerables del cuerpo.
Lo ideal es prevenirlas, y en el caso de que aparezcan, hay que acudir rápido al médico para su tratamiento y poner los medios posibles para aliviar de presión la zona afectada.
¿ES LA SOLUCIÓN A LAS ESCARAS UN COLCHÓN ANTIESCARAS?
En muchos casos, SÍ.
El uso de este tipo de colchón trata de evitar que las personas encamadas o con muy poca movilidad padezcan de escaras o llagas por permanecer mucho tiempo en una misma posición.
¿CÓMO FUNCIONA UN COLCHÓN ANTIESCARAS?
Fundamentalmente reparten el peso del cuerpo aliviando la presión sobre puntos concretos gracias al sistema de movimiento que tienen.
Si la persona está sentada, se puede optar por cojín antiescaras con cámara de aire, son muy recomendable pues realmente evitan los puntos por presión prolongados.
Los colchones antiescaras facilitan la aireación de la piel y evitan las zonas de hiperpresión que son el origen de las ulceras de decúbito.
¿QUÉ EVALUAR CUANDO ESTAMOS COMPRANDO UN COLCHÓN ANTIESCARAS?
Hay varios factores que hay que tener en cuenta a la hora de comprar un colchón antiescaras.
1. El grado de movilidad del usuario: Dependiendo del tiempo que pase tumbado o sentado el paciente habrá que elegir uno u otro.
2. El peso del paciente: Es importante
3. La altura del colchón que repercute directamente en el alivio de los puntos de presión
4. El tiempo de los ciclos de hinchado del colchón
GRADO DE MOVILIDAD: A medida que el grado de movilidad sea menor, hemos de optar por colchones con una mayor altura, y con un sistema de celdas más complejo. Han de ser celdas alternantes e independientes.
PESO DEL USUARIO: Es muy importante antes de comprar el colchón saber el peso de quien lo va a utilizar. Si es superior a 100 kilos, tendremos que elegir colchones con más resistencia, siendo la altura del colchón antiescaras mayor y el sistema de celdas deber ser si duda alguna alternante e independiente y con una resistencia suficiente para aliviar los puntos de presión.
FUNDA DEL COLCHÓN: Que sea transpirable, impermeable y que favorezcan a crear un microclima para que se adapte a la temperatura del usuario.
En resumen, un buen Colchón Antiescaras debe tener características como:
– Capacidad adecuada de alivio de la presión.
– Nivel de comodidad suficiente para el usuario.
– Capacidad de carga para soportar el peso del usuario sin hundirse.
– Durabilidad para soportar un uso regular a lo largo del tiempo.
– Las fundas son aconsejables que sean impermeables y transpirables.
Si hablamos de personas que en lugar de estar tumbados permanecen mucho tiempo sentados, la solución sería un cojín antiescaras con válvulas de aire, son los más indicados para evitar la aparición de llagas, pues proporcionan una terapia de presión alternante al paciente.
Hay otras opciones como los cojines de gel, viscoelásticos o de relleno de algodón.
