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Gestionar el Dolor derivado de la Movilidad Reducida

Gestionar el dolor derivado de la Movilidad Reducida puede ser un desafío diario, en este post te damos algunas ideas que pueden ayudar a reducir el Dolor de tipo Músculoesquelético

Vivir con movilidad reducida puede traer consigo una serie de desafíos, y uno de los más comunes es el manejo del dolor, ya sea óseo, articular o muscular . Un dolor derivado de malas posturas, implícito a diferentes tipos de enfermedades o simplemente, que nos vamos haciendo mayores.

El dolor puede variar en intensidad y frecuencia, afectando la calidad de vida, el temperamento y a las actividades diarias que podamos desempeñar.

Afortunadamente, hoy en día existen diversas estrategias para ayudar a manejarlo y, así mejorar el bienestar general.

Consejos útiles y efectivos para mitigar el dolor.

  1. Consulta con un Profesional de la SaludSi tienes dolor derivada de la edad, movilidad reducida o cualquier enfermedad, antes de medicarte, consulta a tu medicoAntes de probar cualquier estrategia, es crucial hablar con un médico o fisioterapeuta. Ellos pueden ayudarnos a identificar la causa exacta del dolor y sugerir un plan de acción personalizado. A veces, el dolor puede ser el resultado de una mala postura, sobrecarga muscular o incluso del uso inadecuado de dispositivos de asistencia. Un diagnóstico adecuado es el primer paso para encontrar alivio.
  2. Medicamentos y Tratamientos Farmacológicos.  El uso de medicamentos, bajo la supervisión de un profesional de la salud, puede ser una forma efectiva de manejar el dolor. Los analgésicos de venta libre, los antiinflamatorios o, en algunos casos, los medicamentos recetados como relajantes musculares pueden ayudar a reducir la incomodidad. Además, los tratamientos tópicos, como cremas o parches, pueden ofrecer alivio localizado, pero es importante que NO nos automediquemos.
  3.  Terapias Físicas y OcupacionalesTomar sesiones de fisioterapia muchas veces reducen el dolorLa fisioterapia y la terapia ocupacional pueden ser increíblemente beneficiosas. Estas terapias no solo se enfocan en fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad, sino que también pueden enseñar técnicas para realizar actividades diarias con menos dolor. Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, así como las terapias de calor o frío, pueden aliviar la tensión muscular y reducir la inflamación. Una opción casera es tener a mano bolsitas de hielo, o mantas eléctricas, muchas veces alivian mucho.
  4. Manejo del Estrés y Técnicas de Relajación.  Estas situaciones de dolor que perduran en el tiempo son desesperantes, frustrantes, lo que derivan en estados de estrés y ansiedad, lo que empeora nuestra percepción del dolor. El estrés y la ansiedad pueden aumentar la percepción del dolor, por ello practicar técnicas como la meditación, la respiración profunda, pilates o simplemente, tiempo en silencio con textos o audios para meditar, pueden ayudar a calmar la mente y el cuerpo. Estas técnicas no solo reducen el estrés, sino que también pueden disminuir la tensión muscular, lo que a su vez puede aliviar el dolor.
  5. Adaptación de Espacios y Uso de Dispositivos de Apoyo.  La adaptación de tu entorno puede marcar una gran diferencia en el manejo del dolor. Asegúrate de que tu espacio esté adaptado para tus necesidades, con muebles y dispositivos que minimicen el esfuerzo físico. Sillas ergonómicas, cojines de soporte y dispositivos de asistencia como bastones, andadores o sillas de ruedas adecuadas pueden reducir significativamente la tensión en las articulaciones y los músculos.
  6. Mantén un Peso Saludable y una Dieta Balanceadadietas para-mayores-alimentacion sanaEl exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre las articulaciones y músculos, empeorando el dolor. Mantener un peso saludable mediante una dieta balanceada no solo mejorará tu bienestar general, sino que también puede ayudar a reducir la carga sobre tu cuerpo. Alimentos ricos en antioxidantes y antiinflamatorios, como frutas, verduras, y grasas saludables, pueden contribuir al alivio del dolor. En verano el gazpacho es un alimento muy adecuado por todos sus beneficios antiinflamatorios.
  7. Practica la Autocompasión y Mantén una Actitud Positiva.  Vivir con dolor crónico puede ser emocionalmente agotador. Es importante ser amable contigo mismo y reconocer que estás haciendo lo mejor que puedes. Mantener una actitud positiva y enfocarte en las actividades que disfrutas, aunque sea en menor medida, puede ayudarte a sobrellevar los días difíciles. La conexión con otros en situaciones similares, ya sea a través de grupos de apoyo o comunidades en línea, también puede ofrecer una gran fuente de ánimo y comprensión.
  8. Explora Terapias Alternativas.  Las terapias alternativas, como la acupuntura, la quiropráctica, la mesoterapia o incluso la aromaterapia, pueden ser efectivas para algunas personas. Aunque no funcionan para todos, vale la pena explorar estas opciones con el consentimiento de tu médico. Estas terapias pueden ofrecer alivio adicional y mejorar la sensación general de bienestar.

Conclusión

Manejar el dolor en la movilidad reducida es un proceso continuo que requiere una combinación de estrategias y algo de paciencia. Recuerda que no estás solo en este camino y que hay recursos y personas dispuestas a ayudarte.

Lo más importante es encontrar lo que mejor funcione para ti y adaptar las medidas que solucionen tu dolor.

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